sábado, 24 de marzo de 2018

Lunes 19/03/2018. Último día en Marrakech.

Hoy no hay que madrugar,  no tenemos prisa. Aún así me despierto temprano. Intento dormir un poco más pero no puedo. Me pongo a escribir en el blog un par de entradas.
Ángela también está despierta y mirando unas tonterias muy grandes en el móvil, se llaman memes, y a ella le hacen mucha gracia cuando los mira o cuando se acuerda de ellos durante todo el día. Por ejemplo un gato con un gorro de mago metido en la pica del lavabo diciendo "leviosaaaa, leviosaaa" o un perro con la lengua fuera diciendo " hooola,  una plegunta...te puedo lamel la pirola?". Pués de eso se puede estar riendo todo el dia. Me tiene preocupado y lo peor és que a mí empieza a hacerme gracia, creo que me ha contagiado.
Sobre las 9h bajamos a tomar un café. Ángela intenta repetir la experiencia del café con la leche de almendras en polvo que traemos, pero este és un café expreso y cargado. El resultado és más parecido a una papilla que a un café con leche, pero aún así se lo tomar casi todo.
Cruzamos la plaza y parece otra. Alrededor estan los puestos de zumos, de frutos secos, de especias. Pero la parte central está completament vacia, los chiringuitos han desaparecido y no volveran hasta la noche, sólo quedan algunos músicos,  los aguadores, algunas tatuadoras de gena, diversos vendedores que exponen sus variados articulos en el suelo y varios grups de trabajadores que arreglan y reemplazan las zonas más deteriorades del adoquinado.
Entramos en el zoco. És temprano y muchas paradas parece abrir a nuestro paso. Deambulamos por calles y callejuelas sin rumbo casi sin intención. Compramos algunas cosillas y nos vamos al hotel a recoger el equipaje para poder dejar la habitación a las 12h. 
Como anecdota: Hemos entrado en una tienda  de cerámica y el chico no nos ha hecho ni caso, pero no tenía lo que buscabamos y nos vamos sin que ni siquiera nos mire.
Dejamos las mochilas en recepción y nos vamos a comer, pero antes me afeito en una barbería que hay de paso. És peluquería mixta pero zonas separadas. Estan atendiendo un cliente y queda otro antes que yo. Más de una hora de espera. Realmente se arreglan mucho los chicos y los peluqueros trabajan a consciéncia y muy bien.
En el bar esta vez si acertamos de lleno. Cous Cous de verduras,  pizza de verduras sin motzarela y unas frites. Realmente está todo muy sabroso, sobre todo el cous cous. Disfrutamos de esta última deliciosa comida en la terraza de la calle llena de vida, de alegría y de miseria. És un día precioso bajo el sol radiante.
Recogemos las mochilas y vamos hasta la parada del bus cruzando la plaza por última vez.
Tomamos el bus del aeropuerto inconfundible, Wifi y turistas. Y efectivamente los billetes del primer día són válidos, 30Dh ida y vuelta al aeropuerto por persona.
Pasamos el control de la entrada, facturamos una mochila, pasamos el control de embarque, pasamos el control policial y accedemos a la zona de embarque y nos sentamos cerca de la puerta a esperar. Esperamos más de lo previsto. El avión llega con retraso de Barcelona. Despegamos con una hora de retraso pero recuperamos media en el vuelo, y eso que ha sido bastante movidito, con algunas turbuléncias.
Aterrizamos pasadas las 22:00h pero el desembarco és con bus y tarda mucho en salir el equipaje. Por fin salimos. Por suerte  Francisco, mi amigo Francisco,  siempre Francisco se había ofrecido a recogernos, como hizo a la ida. Gracias Francisco 😙.
Llegamos a Santsa pasadas las 23:00h, hace frío, bastante frío y la previsión és siga bajando la temperatura.
Mañana entrará la primavera y de madrugada caerá una nevada impresionante. Nos estamos cargando el planeta.

miércoles, 21 de marzo de 2018

Domingo 18/03/2018. Essaouira-Marrakech.

Después de comer vamos a una tienda donde el año pasado compré algunos regalitos y el chico fué muy agradable e instructivo. Increiblemente el chico se acuerda de mi, de que iba con amigos y en bici.
Ángela compra unos collares y nos explica su procedencia y significado, muy interesante.
Tomamos el té en la terracita de un restaurante bastante pijo,  acomodarmos en la zona chillout en la arena de la playa me parece exesivo. Nos cobran 30Dh por té pero los aprovechamos bien. Terracita, sol, playa, wifi y un lavabo inpecable.
Damos un último paseo por el paseo marítimo y por el pueblo, y nos vamos tranquilamente a buscar el bus, són casi las 17:30h, el bus sale a las 18h.
Llegamos a la estación de autobuses de Supr@trans y... "mierda". El bus está lleno, que si deberiamos haber comprado dia y vuelta, qud si deberiamos haberlo comprado a la llegada, que si deberiamos  haber venido antes.....después de la guerra todos generales. La cosa és que no hay sitio y la mejor opción és ir a buscar otro bus. Andamos 15 minutos hasta la estación de buses regulares y el bus de Marrakech está a punto de salir. 50Dh por billete y subimos y 10 minutos más tarde partimos, a las 17:55h. Hace mucho calor y no hay aire acondicionado, todo está  más destartalado, no va por autopista ni és directo. Tardamos un poco más de tres horas en llegar, pero no mucho más, y también para 15min en Chichinoue, pero en el centro del pueblo.
Despertamos en la estación de Marrakech y sólo bajar del bus nos ofrecen un taxi, le digo que si 50Dh, podría ser por un poco menos pero me parece justo. Resulta que no és taxi oficial si no un alternativo. Subimos en una pequeña furgonetilla que parece de juguete. El tio tiene prisa y conduce de forma arriesgada entre el abundante tráfico, buscando el hueco para pasar, adelantando peligrosamente y apurando en la frenada. Nos despertamos de golpe.
Cenamos cerca de la plaza pero no disfrutamos mucho de la cena, no tanto por la decisión del menú si no por algunos errores del local. Suerte que no tenemos mucha hambre.
És la última noche y me apetece una cervecita. Vamos al hotel Tazi y me pido una flag speciale, cerveza marroquí, y Ángela un té.  Un ratito de intimidad, charla y confesiones, y vamos para el hotel. Llevamos todo el dia fuera y aún tenemos que cambiar de habitación y ducharnos.

martes, 20 de marzo de 2018

Domingo 17/03/2018. Vamos a Essaouira.

Nos levantamos a las 7h, dejamos todo recogido y las mochilas en recepción,  tenemos que cambiar de habitación.
Salimos a la calle. Nada que ver con la marabunta de la noche anterior pero hay vida. Está nublado y hace frío, parece que va a llover.
Cogemos un taxi por 50Dh a la estación de autobuses de Supra@trans. Compramos los billetes, 80Dh cada uno. Falta media hora para la salida a las 8:00h, tomamos un té.
Partimos puntual y cogemos autopista hasta casi Chichinoue, más o menos la mitat del camino, donde paramos a descansar 15 min.
El cielo está plomizo y llueve a ratos,  a veces con fuerza. La previsión és de sol al mediodía y efectivamente llegamos a las 11h a Essaouira sin lluvia y casi totalmente despejado. Cada verz el sol aprieta más y más.
La estación de bus está muy céntrica y vamos paseando hasta la ciudad dentro de las murallas.
Essaouira és totalmente diferente de lo visto hasta ahora. Era una fortaleza cristiana a orillas del Attlántico. La ciudad conserva las murallas, los edificios de piedra, las casas señoriales,...
Paseamos por sus calles caóticas, sus plazas, su puerto, sus murallas. Contemplando el paisaje, los millones de articulos expuestos en mil tiendas, difrurando de todos los sentidos y atendiendo a los saludos y  peticiones de los comerciantes,  en lo posible. Nos dejamos llevar.
Paramos a comer en una placita con varios restaurantes veganos. Nos sentamos en la terracita de uno pequeño y acogedor. Ensalada de aguacate, rollitos de champiñones y berenjena con guarnición, y tagin de judias rojas. Todo muy bien cocinado, condimentado y rico.
Durante la comida Ángela sufre una pequeña crisis existèncial. Un insight de consciecia que le provoca una bajada de ánimo y la deja muy negativa y pesimista. No le dura mucho y en seguida se recupera y podemos continuar  disfrutando de la comida, del viaje y de la compañía.

domingo, 18 de marzo de 2018

Sabado 16/03/2018. Volvemos a Marrakech.

Partimos de Ouarzazate a las 15:15 h. El bus és más cómodo, más nuevo, más limpio,  con aire acondicionado y directo. Todo un lujazo.
El viaje dura 4 horas y media, una hora menos que con la línea regular.
Hay bastante nieve en Tizi'n Tizca, al parecer ayer nevó bastante. Al otro lado del Attlas, en la cara norte llueve y hace más frío.
Paramos pasado Tadard en un lugar mucho más pequeño y tranquilo. Ya no llueve y está el cielo bastante despejado. Bajamos a estirar las piernas.
Entramos en Marrakech sobre las 20h, lo hacemos por una zona residencial muy rica con complejos residencials ballados, barrera en la entrada, y lleno de grandes y lujosas casas individuales con mucho jardín.  Muchas de ellas en construcció.  Por esta gran avenida muy iluminada y llena de fuentes y jardines, llegamos al centro. El Palacio de Congresos, El gran Teatro, Hoteles muy lujosos, algunas embajadas...... y La Estación Central,  nuestro  destino. La ciudad está preciosa y llena de vida,  luz y ruido. És sabado por la noche.
Cogemos un taxi hasta el hotel. 60Dh, horari nocturno dice, podría sacarlo por menos pero acabo dandole 70Dh por simpático.
Llegamos al hotel, la reserva és para mañana así que nos dan otra habitación provisional y mejor, pero mañana hay que cambiar. Una duchita, cenar algo rápido y a descansar. Mañana queremos ir a Essaouira. Está en la costa a tres horas de bus. Hay que salir temprano.

Sabado 16/03/2018. Volvemos a Ouarzazate.

Despertamos en el Valle de Rosas y hace una mañana limpia y clara, aunque un poco fresca. El silencio és total. Desayuno muy completo en la terraza. Se está realmente bien pero no podemos entretenernos mucho, a las 12h hay que entregar el coche en el aeropuerto de Ouarzazate. Llega el momento de pagar y de partir, existe una relación un tanto ambigua creo, por un lado no dejamos de ser clientes y nos cobra 400Dh en total pero por otro lado creo que les hace mucha gracia que volvamos,  creo que nos tratan con una calidez y un cariño especial. Cuando nos vamos Brahim nos regala un turbante de recuerdo.
Volvemos por la carretera estrecha y llena de curvas hasta Kelab Mongoune y allí giramos a la derecha hacia Skoura y Ouarzazate.
Llenamos el deposito del coche, dejamos el ultimo pasajero recogido en su casa y devolvemos el coche. Después del papeleo y un par de fotos, vamos dando un paseo f un par de Km hasta la estación de autobuses. Compramos los billetes con Supr@tours, mucho menos barullo y lio.Los autocares són más modernos, cómodos, van directos y són un poco más caros, en teoría, en nuestro caso el billetes nos cuesta 90Dh por persona, igual que al venir y 5Dh por mochila, la mitad. Lo que significa que en el barullo de  Marrakech nos cobrarón de más,  un par de euros de más, "Pecata minuta".
Són las 13h, buscamos un lugar cómodo y con wifi para comer y hacer tiempo hasta las 15h, que sale el autobús hacia Marrakech.